Acompañamiento emocional

Ayudamos a las personas que están en un momento de fragilidad emocional, debido a una situación personal o a una enfermedad. Aprender a vivir con una enfermedad no es fácil y muchas personas necesitan un soporte para alcanzar la estabilidad emocional, mejorar la autoconfianza y vivir el momento de una manera más relajada.

Simplicity es pionera en la creación de grupos de apoyo para mujeres afectadas por la enfermedad de Lipedema.

Este trastorno es desconocido por muchos médicos y, como consecuencia, las mujeres que lo sufren van de consulta en consulta, sin recibir un diagnóstico adecuado. El tiempo que pasa hasta que son diagnosticadas puede resultar frustrante para la persona enferma, que se evitaría con un tratamiento a tiempo.

Un grupo de apoyo puede ser una herramienta muy valiosa y útil para que las personas sobrelleven mejor los aspectos negativos que tienen un gran impacto, a nivel afectivo y cognitivo, ocasionados por la enfermedad.

Compartir con otras mujeres el mismo problema, ayuda a normalizar lo que les pasa y favorece su bienestar psicológico. El hecho de poder exponer sus emociones, les ayuda a gestionar mejor su enfermedad y a entender que es necesario trabajar emociones como el miedo, la desesperación o la desorientación, que ocasiona no saber qué les ocurre.

Una intervención psicológica en el grupo ayuda a: Sentirse bien consigo misma, aceptar la enfermedad, aprender a manejar el dolor y las molestias y, finalmente, practicar hábitos saludables, de forma positiva y optimista, que ralenticen la enfermedad.

El tratamiento puede realizarse a nivel personal o colectivo. Existe también la posibilidad de participar en Talleres para gestionar y entender las emociones.

Desarrollo Personal

Culpa, miedo a lo desconocido, angustia, preocupación, pensamientos recurrentes, vivir en el pasado, deseo de justicia, auto-rechazo, dependencia, pensamientos negativos, temor, son algunas de las causas de nuestra infelicidad. ¿Cómo podemos combatirlas?

Con un acompañamiento emocional y una escucha activa. Desde el respeto, la empatía y la autenticidad, el acompañante o facilitador  acompaña a la persona a lidiar con las emociones que son causantes de su infelicidad, indaga en sus preocupaciones y le ayuda a analizar las emociones que le bloquean.

Es necesario hacer un trabajo de desarrollo personal que nos permita entender la manera que cada uno tenemos de ver e interpretar la realidad. De esta manera, aprendemos de nuestras interpretaciones erróneas sistemáticas que ejercen una influencia en la manera de procesar nuestros pensamientos, emociones, opiniones y acciones.

Este trabajo personal nos ayudará a comprendernos y a aceptarnos, en definitiva, a relacionarnos mejor con nosotros mismos y con los demás.